martes, octubre 31

Breves (y chimbos)

- Usualmente tengo remordimiento de conciencia por no leer otros blogs, ni siquiera aquellos de quienes fielmente me visitan (valga esto para disculparme).
- El sábado fui a hacer labor social con 2 amigas y nos fue buenísimo. Visitamos familias pobres, jugamos con los niños y nada se compara con ver sus caras felices por recibir atención, un caramelo o un abrazo. SUBLIME. Ojala que de algún modo logren superar sus carencias. A las interesadas favor comunicarse conmigo a través de esta vía (sólo mujeres).
- Hace unos días me llamaron a casa para ofrecerme trabajo y no estaba. Mi hermano contestó y dijo que estaba en clase. Llamaron al cel (y sin saber que se trataba de eso), estaba en clase y no conteste. Estoy esperando (desesperadamente) que me llamen.
- Esta semana empecé a entrenar y a alimentarme bien (mejor de lo normal). Aspiro participar en un maratón local que se hará próximamente.
- No vayan a creer que estoy buscando desesperadamente ganar algo de dinero. Es coincidencia que varios puntos se refieran a eso.
- Durante los próximos 3 días no vamos a tener agua en casa. ¿Y qué? Siempre es así. La única diferencia es que esta vez Hidrolara (la compañía de agua) tuvo la decencia de avisar anticipadamente.
- He pensado en vender rosquillas.
- Hoy me invitaron a practicar escalada. Fui al lugar y… ta tan!!! Me echaron el carro. YUPI. No importa, conocí una chama que me animó a hacer boxeo. Estoy pensándolo.
- Luego de casi 2 semanas de lluvia pareja, en Barquisimeto está haciendo un calor del demonio. Me tengo que parar en las madrugadas a bañarme, 5min y a la cama fresquita de nuevo. Es mejor pararse para bañarse que para comer. A veces tengo tanta hambre que no puedo dormir y tengo que comer algo a la hora que sea. Y sí, mi sueño es un poco descontrolado.

lunes, octubre 30

Bueno, bonito y barato

Proponga y vote por los 5 temas que le gustaría fueran tratados en este blog.

Debo admitir que los últimos días he sufrido de una cierta apatía a escribir (para el blog). Estoy segura de que se debe a todo el tiempo que absorbe mi trabajo de grado. Cuando voy a sentarme a escribir algún post sólo se me ocurren cuestiones filosóficas, y no es que esté mal, sino que hasta a mí misma me aburre (lo seguido de los post con ese corte, más no la Filosofía).
Entooooooooooooonces, como quiero expandir mis horizontes y salir de la burbuja trabajo de grado que me envuelve, pido su colaboración que se traduce en: proponer de 3 a 5 temas que te gustaría ver en los próximos posts.
Les adelanto que ya hay dos: uno para comentar el bendito artículo de Todo en Domingo sobre los Blogs y que me parece tan fastidioso que no consigo leérlo completo (sugerido por Ana), y la cadena que me pasó Andreína.
Recuerde que USTED siempre TIENE la RAZÓN (por ahora)...
¡LLAME YA! *** ¡NUESTROS OPERADORES LO ESTÁN ESPERANDO!

jueves, octubre 26

Desahogo

Si la ciencia lo pudiera todo desde hace rato que conseguiríamos en las farmacias remedios para el alma. Veríamos detalladamente en Discovery Channel el proceso a través del cual la voluntad acierta o rechaza al bien y el entendimiento a la verdad. Sabríamos, gracias a cualquier animación 3D de National Geographic, cómo ocurre la corrupción del cuerpo al momento de la muerte e incluso, entenderíamos sin problema alguno el orden cósmico del cual los hombres hemos llegado a ser calificados como "error".

Ciencia y cientificismo. Cosechamos una, nos ahogamos en otra.
No en vano la depresión mundial luego de la I y II Guerra Mundial dejó claro a los entusiastas del conocimiento puramente experimental, que la ciencia no lo era todo. No era Dios, no era la felicidad, no era el fin, no era el remedio. Y supo el hombre, en carne propia, que la experiencia no puede explicar aquello que escapa a los sentidos y que está por encima de lo inmediato, de lo obvio, de lo que ellos no conseguían explicar al ver correr su propia sangre. Y empezó a dudar de lo estrictamente cuantificable como método (camino) para alcanzar la felicidad, el fin, el remedio para el alma, Dios.

Un hombre que con ansias lo desea todo. Un todo que escapa al conocimiento no inmediato, pero que no lo excluye. Un conocimiento que puede alcanzar con claridad aquello propio de desear. Una claridad que los deseos torcidos pueden enturbiar. Érase una vez un hombre y su bondad, un método y la realidad. Sujeto, cualidad, camino y verdad.

Y todavía seguimos preguntándonos:
*¿Quién soy?
*¿De dónde vengo?
*¿A dónde voy?

lunes, octubre 23

Analiza-te


Repito, no es nasalizate, es analiza-te (lo otro, a tí).
Hace unos días comentaba con algunas personas sobre el prejuicio.

Resulta que la mayor parte de las personas piensan que se refiere a “algo malo”: una cosa que no está bien sobre alguien o algo, pero muchas veces pasa al contrario, pensamos algo bueno de alguien o algo y ¿acaso eso no es prejuicio?.

El prejuicio es como la palabra lo indica un juicio previo, y no todo juicio es malo, como tampoco es bueno. Simplemente, si no se nos pide juzgar, si no corresponde, profesionalmente hablando, por ejemplo, no lo hagamos. Sin embargo, es inevitable. Nuestra propia forma de conocer que ocurre progresivamente, permite valernos de estos juicios previos o continuos para formar un concepto o idea.

Gracias a los prejuicios el proceso de conocer se simplifica, también por medio de ideas universales que hemos conseguido. Entonces resulta que, como el hombre es una maquinita de hacer problemas, los cuales difícilmente puede resolver luego, nos tomamos ese “atajo mental” como hábito y dejamos de pensar, nos limitamos al juicio anteriormente establecido –incluso, pasando por alto quién lo figuró y/o cómo- y terminamos por hacernos los locos ante la necesidad de conocer más y mejor la realidad.

Para terminar, a propósito de que estos días he pensado en todo esto y más, casi más que cambur y sus pensamientos mañaneros que se pierden en la nada… (como por decir algo exagerado ¿no?). Me he dado cuenta –torpemente tarde- de que nuestro país y algunos otros de Latinoamérica, que poco hemos desarrollado el pensamiento como ocupación seria, somos constantes en eso del prejuicio. En Venezuela se come cuento con nombres y apellidos, títulos, bienes, pinta, etc, etc, etc… Y por ahí comienza el superficialismo con el que una sociedad termina cometiendo las peores acciones posibles. No es broma, no es tragedia, no es drama, es verdad. Suelta una tuerca y ya verás como se desarma todo el reloj.

¿Y tú que?. - ¿Piensas?...




jueves, octubre 19

Sigue soñando, pero no dejes de vivir...


¡Qué sensación tan extraña la que entra por la puerta!
Tienes 20 y crees que lo sabes todo. Unos tienen 100 y no quieren dejar de saber, ni tienen prisa por irse. Los primeros desean la meta con ansia y apuro; los segundos desean la carrera, el paso para llegar a la meta sin perderla de vista. Prudencia, prudencia... sólo paciencia y conciencia es lo que necesitas joven.- Un niño son mil preguntas, y todas las preguntas tienen un niño.

(HANS-GEORG GADAMER A SUS CIEN AÑOS DE VIDA)
- ¿Qué le desea usted a quienes tienen menos edad?
La técnica es una nueva forma de esclavitud. Toda la informática es una inteligente cadena de esclavos. Somos todos esclavos: de los medios y de los nuevos medios. Esclavos, pero no como en la antigüedad, sino en un modo más refinado: somos esclavos creyendo ser amos. Tanta información, demasiada información, no da tiempo para pensar. Y esto les deseo: que no se dejen atrapar por las redes de Internet, que aprendan a reconocer los límites, de sí mismos y del propio saber. Y finalmente, que ojalá renuncien a tener la última palabra.
***Hace tiempo trato de hacerlo.- ¿Y tú?

domingo, octubre 15

Collage de ideas


No se equivoca José Ramón Ayllón al decir que “el hombre sin conciencia suele acabar como una bestia acorralada”, encarcelada(1). No en vano, todo hombre que renuncia a la conciencia comienza a violentar su propia libertad, yendo en contra de su propia naturaleza, porque a diferencia de los seres inanimados(2) es capaz actuar de acuerdo a su inteligencia. Desde antiguo los clásicos griegos(3), luego los medievales(4) y hasta los modernos han reflexionado sobre todo aquello que hace al hombre más hombre, y precisamente la virtud o “modo de ser perfectivo” (Aristóteles), es la piedra sobre la cual todo hombre erige su ser. Las virtudes principales son cuatro: prudencia, que no se refiere a ser fríos y calculadores(5); justicia, fortaleza(6) y templanza(7). Pero así como existen modos correctos de obrar regidos por la recta razón, algunos malos hábitos hacen de nuestro obrar una forma desordenada(8) del ser; está lo blanco y lo negro, la luz y la sombra(9), lo bueno y lo malo y por encima de eso está lo natural y lo anti-natural. Se trata de conductas repetidas que van forjando el carácter y el modo de ser de cada persona, algo que no surge de pronto, sino que crece con nosotros desde la raíz(10). Históricamente, hemos pasado de la piedra(11) a los celulares y reproductores mp3’s(12), entre otras cosas, abandonando el interés por todo aquello que es más importante: las virtudes, los valores. Ese hombre que desde el siglo V a.C. asumió el ser “la medida de todas las cosas”(13) atendiendo a una errónea razón de Protágoras, es el mismo que hoy necesita reconsiderar y recorrer heroicamente el camino inclinado(14) de la verdad y la libertad. Un camino al que necesariamente conducen las virtudes y que empieza por la humildad de reconocerse creado.

viernes, octubre 13

¡Qué cosas!...

...¿NO?.-
Hay pocas, pocas cosas que no soporto. Hay veces, veces en las que menos puedo soportarlas. Y también hay días... días de días en los que todo aquello que menos soporto (pero que intento soportar, más no aceptar) se hace presente tan intensamente que juraría entender por qué y cómo, sólo por satisfacer la búsqueda de su sentido.
*La conclusión: no desfallezcas en la lucha, porque cuando te descuides... te agarran desprevenido y sin fuerzas.-
*La reacción: lo contrario. No sabes cómo reaccionar.
*¿Qué cosas?.- Puedo soportar casi lo que sea, pero la tolerancia, el respeto, la paciencia, la empatía, la comprensión,... no son tan fáciles de manejar cuando pasas todo un día escuchando reggaeton en contra de tu voluntad. El tema va mucho más allá de que me guste o no esa música en el más estricto sentido musical. Esos tiempos en los que la música era Dios ya pasaron. De todas maneras, eso no es música y pobre del que piense lo contrario.- De hecho, pobres, pobres todos. Si alguien me preguntara dónde está más viva la miseria de Venezuela, diría sin la menor de las reservas: ¡en la cabeza!. Pero como nadie me ha preguntado... ¡Bendito sea el blog!
1. Campañas presidenciales a punta de reggaeton.- ¡¡Que me parta un rayo!!
2. Un país que no quiere salir de abajo a fuerza de estudio, trabajo y sacrificio.- ¡¡Que me partan dos rayos!!
3. Hombres y mujeres en masa que no conocen otra forma de vivir más que la mediocridad.- ¡¡Que sean 3!!
4. La miseria es mental.- ¡No quiero ni pensarlo!... Más valen tres rayos que el dolor de esta realidad
Existen pocos casos en los que la excepción es la norma.- Esperemos que así sea en este caso que somos todos y que nos hemos acostumbrado -mal- a llamar Venezuela

martes, octubre 10

Un elefante se balanceaba y sólo él se mareaba...

- Sí, pero no...
- No, pero sí...
- O es sí, o es no

Una elefante se balanceaba sobre la tela de una araña... y como no oían lo que decía fue a buscar otro elefante...
¿Y qué decía?
*. El fin justifica los medios... - Es un término muy fuerte
(Y mientras llegaba el elefante... la araña respondió)
º. Pero hace un tiempo otros elefantes me dijeron que no es bueno justificar los medios por los fines. ¿Es que acaso no todos los elefantes piensan igual?
*. Exacto, tienes que abrirte, expandir tus horizontes arañita... No todos los elefantes piensan igual
º. ¿Y cómo saber cuál tiene la razón?, ¿cómo saber lo que está bien si cualquier cosa es válida?
*. Lamentablemente arañita, así son las cosas...
º. ¿Entonces tenemos que conformarnos?
*. Bueno, yo creo que... aunque el fin justifique los medios, podemos tratar de reparar algunos daños que eso ocasione...
º. ¿Y cómo? - Me parece que te contradices elefante . Si justificar los medios no tiene nada de malo... ¿por qué hablas de reparar?
*. Bueno... no hay que temerle a la contradicción...
º. ¿Es decir que la incoherencia es normal?
*. No es que sea normal... pero en este caso... pues... - Tienes que salir de esa forma cuadriculada de pensar arañita...
º. Uhm... sí, entiendo lo que tratas de decir aunque siento que no sabes ni cómo decirlo. Tu inseguridad no hace que tus palabras sean muy confiables elefante...
*. Tienes que entender que esa forma tan recta de pensar y ver las cosas no te va a llevar a ningún lado... Si no vas con la corriente te arrastrará porque no tenemos su misma fuerza...
º. Pero yo creo que sí tengo fuerza... ¿Acaso tu fuerza sólo cuenta cuando la corriente te hace parte de ella? ¿Es que tu no tienes fuerza propia sino la que la corriente te "otorga"?. ¿No crees que estás perdiendo fuerza en elmismo instante en que crees que no puedes luchar contra la corriente?... ¿o es qué no tienes razones para luchar?
(Y llegó el otro elefante...)
**. Hola, ¿de qué hablan?
*. Es que la arañita piensa que puede luchar contra la coriente, no entiende que "a veces" el fin justifica los medios...
º. Sí, realmente no los entiendo. Es que una vez otro elefante me enseñó que no era así la ley natural y ahora estoy confundida. Bueno, en realidad, ese elefante me enseñó tan bien que se que ustedes son los confundidos... - Ahora reconozco lo débiles que son, incluso con su gran tamaño y aparente grandiosidad e imponencia, porque se contradicen, pero para justificar su error prefieren aceptar la contradicción como norma. Recuerdo bien que tú mismo me dijiste una vez elefante que me cuidara de hacer normas a partir de las excepciones... - Ahora entiendo porque tienes que buscar tantos elefantes. De cualquier manera la solidez de mi telaraña los atrapará a todos, porque mi tela es fruto de una araña que por muy pequeña que sea, la corriente no la arrastra...

martes, octubre 3

Tarde o temprano... ensayo y error

Un español llamado Tirso de Andrés, con peculiar tono narrativo comenta en una de sus publicaciones, la única que hasta el momento le conozco, algo que si bien no es nada nuevo nos puede hacer reflexionar siempre que suframos de ese “insomnio ontológico” al que hace referencia en el texto Homo cybersapiens. Insomnio que se refiere a la constante necesidad humana de conocer más, de saber mejor, aún en los casos de mayor mediocridad intelectual.

Dice: “los medios de comunicación difunden ideas por doquier (…) ya no podemos dejar la selección de nuestros inventos culturales en manos del tiempo y de ciertos procedimientos de ensayo-error. Ahora los ensayos pueden conducirnos a errores sin vuelta atrás”.

Ahora pienso:
La rapidez con que una idea puede alcanzar unas cuantas mentes y, por lo general no son pocas, sino muchas más de lo que imaginemos, es tanta que cuesta creer que los procesos de cambio aún estén limitados por el tiempo. Claro está que en este mundo con características perecederas, en lo que nada es eterno, el tiempo siempre es un límite o al menos una condición que limita en cuanto a momentos. Siempre estamos limitados. A lo que me refiero es si ¿aún cabe afirmar, si es posible, que los cambios sociales son productos de determinados sucesos y que cobran vida sólo al pasar unos años, décadas o siglos?.

Hace poco un profesor de filosofía de la naturaleza me comentó sin la menor de las dudas, que las ideas cultivadas hace cientos de años apenas caminan entre nosotros desde hace algún corto tiempo. Inevitablemente, recordé aquella frase que una amiga suele decir a propósito de una vez que la escuchó de un sociólogo y que fue un detonante reflexivo para ambas… “todavía es muy pronto para decir las consecuencias”.

Decir “muy pronto” en un mundo que vive en, con y de la prisa es nada más y nada menos que una paradoja bastante complicada. Parece un tanto conformista, falto de sentido e incluso una manera bastante práctica de evadir responsabilidades. “Aún es muy pronto” es una excusa con apariencia de buena razón, que se presta para la pasividad de quien sabe debe salir en búsqueda de respuestas. Además, ¿dónde queda lo oportuno, aquello que no debe esperar?.

En materia social, pretender llegar a una conclusión final y absoluta en un corto o largo período de tiempo, es casi tan absurdo como creer que las respuestas inmediatas o más recientes no sirven para dirigir o descifrar el rumbo de una situación, sin importar cual sea su ámbito. El descubrimiento del entorno nunca dejará de ser progresivo, jamás será inmediato, nada más porque nuestro entendimiento no conoce inmediatamente las cosas, sino a través de procesos mentales de abstracción y lógica. De lo contrario seríamos Dios, el único ser que siempre conoce, porque siempre está y siempre es todas las cosas.

Volviendo a la idea del profesor, la frase de mi amiga parece encontrar un rotundo sentido. Y volviendo al primer párrafo, se puede ver mejor, con la celeridad en la que se mueve el mundo de hoy que, mientras más pronto se explique o se opine sobre algo, es mejor. Parece que la dinámica de la sociedad exige un mayor esfuerzo por parte de quienes tienen ésta y al hombre como objeto de estudio.

Se trata de un esfuerzo que en primer momento puede traducirse sólo en aprovechamiento del tiempo, en inmediatez, en la prontitud con que se aborde lo que ocurre en un preciso momento histórico. No obstante, este esfuerzo se ve desplazado por la profundidad con que se vean los acontecimientos, con que se forjen las ideas.

El esfuerzo no está en seguirle el paso a la ecléctica esfera ideológica y social en la que nos movemos. ¿A dónde llegaríamos si antes de empezar o medio descifrar un momento, se viven tres más en paralelo? Es decir, no podemos paralizar las conclusiones porque la oferta de ideas, causas o fenómenos sea apabullante. Habría que dejar todo a medias y en vez de pronto, sería tarde para precisar las consecuencias.

lunes, octubre 2

Compromiso, no entusiasmo


Cuando uno adquiere un compromiso, entiéndase libre decisión de entregarse a algo (una actividad, por ejemplo) o a alguien, no resulta muy positivo el vivir del entusiasmo.- La afectividad suele jugarle sucio a las personas. A todos nos ha pasado -más de una vez, seguro- que un día lluvioso sugiere no levantarse a la hora exacta para hacer cada una de las labores pautadas para ese día... Resulta que el friíto dice: "no importa, puedes esperar 5 minutos más"... y en ese momento "sentimos" que sí, efectivametne el friíto, la camita caliente, la almohadita suave y el dulce sueño valen más que mil diligencias... Hasta que pasados no cinco minutos, sino casi cuarenta... finalmente reaccionas y te das cuenta de que es demasiado tarde y conforme pasa el día y ves que no te rindió para nada, prácticamente maldices ese aparentemetne sublime momento mañanero en el que decidiste hacerle caso a lo que "provoca" en vez de a lo que corresponde. La afectividad, el dejarse llevar exclusivamente por los sentimientos puede ser, incluso, nocivo para la salud.- Es necesario educar los afectos y la voluntad, porque sino se revelan contra nuestros planes y contra nosotros mismos. No se puede vivir del "me provoca" esto o lo otro. Muchas veces eso que no provoca es lo que se traducirá en verdadera ganancia, a diferencia de aquello otro tentador e irresistible como una camita a las 5:30 am, por ejemplo... cuando aún se siente el rocío y el silencio criminal de esa hora... Igual pasa con el querer a una persona. Entregarse a alguien tampoco puede estar sujeto a esa clase de condiciones... ¡qué clase de querer tan pobre y falso sería ese!.- Comprometerse con algo o alguien no es cuestión de meros afectos mal educados o de entusiasmo, sino de perseverencia en las cosas pequeñas de cada día que poco a poco son obras de amor y entrega, de fidelidad a lo pactado.
P.D.: la foto no tiene nada que ver o al menos eso parace, pero me gustó y creo que eso de ATAQUE o HUÍDA se aplica un poco a lo comentado en el post... y si no... baah, tengo sueño.-