Ideas de Izquierda
En fin, la cosa no es si somos pocos o muchos o si nos superan en número los derechos. Ciertamente, hay más derechos que zurdos en el mundo y son más los productos que se fabrican teniendo en cuenta esta realidad. Pero lo que puede parecer una aparente desventaja para el zurdo, es más bien una absoluta ventaja (si lo sabe aprovechar), aunque a veces pueda ir cargada de algunas insatisfacciones, lo que yo prefiero llamar gajes del oficio.
Raramente me encuentro con cosas para zurdos, lo cual no solo me ha llevado a desarrollar más mis habilidades motrices, ejercitando ambos hemisferios y haciendo uso de mi derecha con mucha frecuencia, sino que me ha hecho prácticamente ambidiestra. En ocasiones domino mejor la derecha que la izquierda.
En el colegio no conseguía un pupitre para mi condición y aprendí a escribir sobre uno para derechos. El día que me topé con uno para zurdos, no me sentía cómoda, algo que sucede con frecuencia cuando se ha estado acostumbrado a “la derecha”. Desde niña vi las ventajas de ser zurda y para potenciar lo que naturalmente considero una ventaja, hacía caligrafías con la mano derecha, porque quería escribir con las dos manos. Hoy en día escribo mejor sobre pizarras con la derecha que con la izquierda.
Ser zurdo es ser diferente, ser derecho no es ser mejor. Recuerdo las tiernas palabras que mi profesor de dibujo técnico de primer año me dijo el primer día de clase: “los zurdos no sirven para esta materia”. Sin comentarios… Siempre he creído que quiso retarme. Y aquí estoy, varios años después escribiendo sobre su ridícula premisa y agradeciendo el hecho de ser “diferente”, lo que tampoco me hace mejor que nadie.
¿Y a qué viene todo esto?
Simplemente, me alegré de escuchar a una mujer muy inteligente decirme que por ser zurda, soy más rápida… Según una razón muy científica que me dio, algo relacionado con las neuronas, los zurdos pensamos más rápido. Entonces, me sentí tan bien… con una especie de alivio por lo que a veces me preocupa: una inquietud mental honestamente insoportable, ideas nadando de aquí para allá, muchas veces en contra de mi voluntad… Bueno, al menos creo que haber escogido bien el nombre de mi blog. ¡Yuju!