Camuflaje
Dicen que “el mundo registrará una explosión demográfica en las próximas décadas”. La esperanza de vida “aumenta”, pero el índice de abortos también. Me pregunto: ¿cómo es que se calcula eso de la “explosión demográfica”?...
Precisamente, la misma ONU que nos habla de aborto como “salud reproductiva”, nos dice a través de su Departamento de Asuntos Sociales y Económicos (DASE), que pasaremos de 6.700 millones a 9.200 millones de habitantes a mediados del presente siglo XXI.
Entonces, si al parecer que la llamada salud reproductiva no impide el aumento demográfico: ¿es el aborto esperanza de vida? Otras cifras de la ONU provenientes de su División del Departamento de la Población, apuntan que el índice de abortos aumenta cada vez más. Para este año, la Asociación para la Planificación Familiar (APF) de países como España, Portugal y otro organismo de Estados Unidos, estiman 107.000, un millar y un millón de abortos, respectivamente.
Bien lo ha dicho José Arturo Quarracino: “circula en los medios de comunicación una especie de leyenda rosa, según la cual todo lo que hace referencia a la actividad de organismos internacionales como la ONU y la Unión Europea reviste un valor positivo”.
Los últimos informes de la ONU respecto a la salud, al control de la pobreza y al mejoramiento de la calidad de vida de la población mundial, con miras al logro de las Metas de Desarrollo del Milenio (MDM) nos participan –sin consultar- que algunas de sus medidas “a nuestro favor” serán:
- “Reducir” la pobreza interviniendo en la salud y los derechos reproductivos, lo que se concreta en aborto libre, pero no alimentos ni equipos médicos básicos.
- “Reparar” la mortalidad infantil matando a los niños en edad pre-natal, para elevar el nivel educativo en los países menos desarrollados del Tercer Mundo.
El informe que anuncia la explosión demográfica, habla de “mayor longevidad a causa de una mejora en la nutrición, los servicios de salud y los cuidados médicos como causa principal del fenómeno”. Sin embargo, no hay referencias al fracaso de sus planes para las MDM, el incremento de la pobreza, el aumento de la deuda externa de tantos países sub-desarrollados, la guerra, el aumento de los desastres ecológicos y sus consecuencias sociales, el incremento de enfermedades mortales como el VIH… ¿Seguimos?
¿Cómo es que saben que mejorará la nutrición, la salud, los cuidados médicos… si la tierra parece revelarse con mayor ahínco en cada catástrofe natural, propagando y generando nuevas enfermedades, afectando los cultivos y la producción de alimentos, mientras que ellos mismos impulsan el aborto libre, disfrazan el asesinato infantil, detonan los conflictos armados…? Algo deben saber que se les ha olvidado decirnos y esa es el gran secretito de la ONU: una noticia tan buena que dará sentido a todas estás contradicciones entre sus informes “fresa” y la realidad mundial.
Algo me dice que detrás de tantos planes y estrategias de “buena voluntad”, se oculta una intención de mantener la brecha que separa el mundo en países desarrollados y subdesarrollados, la cual lógicamente se ha acentuado con la globalización. Pero no, no crean todo lo que se me ocurre, después de todo yo no soy Kofi Annan y por más que quiero no puedo traer tantas esperanzas al mundo como lo hace la ONU.
Precisamente, la misma ONU que nos habla de aborto como “salud reproductiva”, nos dice a través de su Departamento de Asuntos Sociales y Económicos (DASE), que pasaremos de 6.700 millones a 9.200 millones de habitantes a mediados del presente siglo XXI.
Entonces, si al parecer que la llamada salud reproductiva no impide el aumento demográfico: ¿es el aborto esperanza de vida? Otras cifras de la ONU provenientes de su División del Departamento de la Población, apuntan que el índice de abortos aumenta cada vez más. Para este año, la Asociación para la Planificación Familiar (APF) de países como España, Portugal y otro organismo de Estados Unidos, estiman 107.000, un millar y un millón de abortos, respectivamente.
Bien lo ha dicho José Arturo Quarracino: “circula en los medios de comunicación una especie de leyenda rosa, según la cual todo lo que hace referencia a la actividad de organismos internacionales como la ONU y la Unión Europea reviste un valor positivo”.
Los últimos informes de la ONU respecto a la salud, al control de la pobreza y al mejoramiento de la calidad de vida de la población mundial, con miras al logro de las Metas de Desarrollo del Milenio (MDM) nos participan –sin consultar- que algunas de sus medidas “a nuestro favor” serán:
- “Reducir” la pobreza interviniendo en la salud y los derechos reproductivos, lo que se concreta en aborto libre, pero no alimentos ni equipos médicos básicos.
- “Reparar” la mortalidad infantil matando a los niños en edad pre-natal, para elevar el nivel educativo en los países menos desarrollados del Tercer Mundo.
El informe que anuncia la explosión demográfica, habla de “mayor longevidad a causa de una mejora en la nutrición, los servicios de salud y los cuidados médicos como causa principal del fenómeno”. Sin embargo, no hay referencias al fracaso de sus planes para las MDM, el incremento de la pobreza, el aumento de la deuda externa de tantos países sub-desarrollados, la guerra, el aumento de los desastres ecológicos y sus consecuencias sociales, el incremento de enfermedades mortales como el VIH… ¿Seguimos?
¿Cómo es que saben que mejorará la nutrición, la salud, los cuidados médicos… si la tierra parece revelarse con mayor ahínco en cada catástrofe natural, propagando y generando nuevas enfermedades, afectando los cultivos y la producción de alimentos, mientras que ellos mismos impulsan el aborto libre, disfrazan el asesinato infantil, detonan los conflictos armados…? Algo deben saber que se les ha olvidado decirnos y esa es el gran secretito de la ONU: una noticia tan buena que dará sentido a todas estás contradicciones entre sus informes “fresa” y la realidad mundial.
Algo me dice que detrás de tantos planes y estrategias de “buena voluntad”, se oculta una intención de mantener la brecha que separa el mundo en países desarrollados y subdesarrollados, la cual lógicamente se ha acentuado con la globalización. Pero no, no crean todo lo que se me ocurre, después de todo yo no soy Kofi Annan y por más que quiero no puedo traer tantas esperanzas al mundo como lo hace la ONU.
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