Too much freedom???

¿Será que la estatua de la libertad va a necesitar una compañera que represente a la “responsabilidad”?

Me sorprende al leer algunas noticias sobre la reanudación de las clases en la Universidad Tecnológica de Virginia, frases como “es la matanza más grande de la historia de los Estados Unidos”. No es broma, pero ciertamente cada año hay un “más grande” inédito en la casa del Tío Sam. ¿Quién no recuerda aquellas otras matanzas de los 90?, luego las torres gemelas, la guerra, ahora lo de Virginia. Es como si el nivel de violencia estuviera en constante incremento.

Bastante admirable la reacción de los jóvenes al volver masivamente a clases, aún teniendo la opción de no asistir, consentida por la misma Universidad. Sin embargo, cabe desear que tanta “normalidad” después de todo, no sea una señal de “acostumbramiento” y que no cese la sorpresa ante estos hechos, porque sería la peor de las actitudes. Si hoy no sorprende esto… ¿mañana qué? Puede pasar de todo, sino se hace algo para evitarlo. Y si no que le pregunten al venezolano, experto en “hacerse el willy”.

Con esta tragedia, se detona nuevamente la polémica sobre el porte de armas en Estados Unidos. Es aquí donde se plantea la necesidad de un límite a “tanta libertad”. ¿Cuántos incidentes más de este tipo tendrán que ocurrir?, ¿qué se preguntan los norteamericanos a estas alturas?, ¿cómo le ha quedado el ojo a George Bush?, ¿es acaso este incidente un reflejo de la hostilidad en la que –hecho el loco- ha sumergido a su gobierno? Yo sólo tengo preguntas y más preguntas. ¿Y tú?

Un artículo de la BBC Mundo, titulado “Armas: ¿libertad o seguridad?” inicia reconociendo que este tipo de cosas han ocurrido en el pasado. También describe cuál ha sido la conducta social observada en otros hechos violentos similares y cómo una vez más se repite.

Durante una entrevista para la BBC, Rebecca Peters, directora de la Red de Acción Internacional contra las Armas Ligeras, explicó por qué ocurren este tipo de situaciones, por qué no asegura que dejarán de suceder, por qué Estados Unidos sigue teniendo el más alto nivel de homicidios con armas de fuego en el mundo desarrollado –aún cuando disminuyeron sus propios números-, la inversa proporcional entre regulación de armas y homicidios: disminución del delito con las armas que han sido prohibidas pero un aumento en los crímenes realizados con las armas que no han sido prohibidas.

“En el estado de Virginia, para comprar armas no se necesita licencia; no hay registro de armas; no hay ningún período de espera”. “No es cuestión de libertad, sino cuestión de salud pública y de protección de la mayoría de la población que tiene el derecho a vivir sin miedo de la violencia armada y sin peligro”.