sábado, julio 7

Nosotros o ellos

Raramente leo algún texto que reflexione sobre el curso que sigue la humanidad. Están bien leer, hablar, escribir, pensar y en general, preocuparse por las cotidianidades. Sin embargo, a veces solemos –como parece ser la forma de comportamiento más normal del hombre desde hace siglos, por no decir que desde siempre-, ir de extremo a extremo: de lo exageradamente particular y cotidiano a lo inmensamente general, impreciso e inabarcable. Lo ideal sería no dejar la laguna una laguna en medio.

Como casi siempre me sucede, no se bien a qué viene esto y de seguro costará que alguien pueda entenderme, pues a mí misma me cuesta hacerlo, más aún explicarlo. El hecho es que leyendo por la red me conseguí con una frase pocas veces encontrada entre lecturas de aquí y allá, virtuales o en físico, de libros a revistas, de páginas web a periódicos... “La saturación informativa -diarios, televisiones, radio, Internet, el boca a boca- es el escenario ideal para los 'expertos' que saben poco o para que resurjan falsos rumores sobre...”.

Yo soy de esas personas que no pueden dejar de pensar, conocer más y más, qué hay detrás (porque siempre hay algo), pero veces me saturo de ese hábito y exploto. Vuelvo a la calma o al menos trato y busco hacer actividades que me regalen, me despejen y me hagan soltar un poco la maña de pensar –casi obsesivamente- en el por qué de todo. La cuestión es que voy exactamente como antes lo dije: de un extremo a otro, paseándome por miles de ideas que sin querer queriendo terminan atadas unas a otras, como un discurso de Chávez, pero menos pajuo, y así es como de lo particular me voy a lo general y viceversa.

Así que con una frase tan equis, muchas cosas he pensado. Ejemeplo: los mismos que nos informan nos desinforman o seremos los informados quienes, a estas alturas del partido, casi irresponsablemente, no tomamos las riendas del asunto. Si sabemos que nos inyectan veneno y antídoto por todas partes, cómo es que sigue ocurriendo el mismo proceso, cómo es que no nos hemos alzado contra esa hegemonía de los medios de comunicación “masivos”. (¡Cómo detesto es termino! “masivo”, como si nos convirtiéramos en una masa de harina y manteca, como si fuéramos todos: personas, individuos, seres particulares y sociales, una gran bola de algo).

Entonces, mi pregunta es: ¿nos desinforman o nos desinformamos?. Usted decide si quiere ser un parte de un gran bollo social o un ser pensante, único, inimitable y sobre todo, difícil e imposible de empaquetar con el sello "controlado" en el departamento de opinión pública. Piense por usted, decida por usted, búsquese en sus propias experiencias, enriquézcase de lo que otros viven, pero no deje de ser usted quien viva, piensa y decida sobre sí mismo. Tome el control, no se deje y ya me parezco a Carlos Fraga o al Pastor Rea.- Lo siento.

1 comentario:

Mercedes Malavé dijo...

Erika me encanta tu blog!!! lo vi por pura casualidad... tengo full tiempo sin saber de ti (I'm worried about it)¿cambiaste tu mail? please keep in touch!!!

Mira, para contribuir a tu blog, y por aquella pasión filosófica que compartimos, te pongo dos citas que son una verdadera joya: una sobre el conocimiento y otra sobre la importancia del estudio:

1. (Del maestro Santo Tomás de Aquino, trata del DOBLE oficio del que quiere ser verdadero sabio. Me parece buenísimo contra el relativismo): "Luego así, como propio del sabio es contemplar, principalmente, la verdad del primer principio y juzgar de las otras verdades, así también lo es luchar contra el error. Por boca, pues, de la Sabiduría se señala convenientemente el doble deber del sabio: exponer la verdad divina, meditada verdad por antonomasia (...) y luego atacar el error contrario" (Suma contra Gentiles, libro I, cap I)

2. (Otro súper maestro: Josef Pieper. Es sobre la importancia de fomentar la "studiositas"; viene hablando de la dispersión de los sentidos. Copio un poco antes para que se entienda el contexto en el que habla de esta virtud. Me parece muy aplicable para nuestro entorno audiovisual): "Pero cuando mayores estragos causa la "concupiscencia de los ojos" es cuando ya toda la persona se halla inmersa en ese mundo que buscaba. Miles de escenas pasan como una película ante su vista, con una prisa estentórea y sin otra cosa que servirle que ruidos y sensasiones, persiguiéndose y desplazándose unas a otras. Éste es el mundo, tras cuya fachada alucinante sólo vive la nada. Un mundo con flores de un día, con vivencias que al cuarto de hora se han vuelto insípidas (...) un mundo que ante los ojos de un alma sana, no tocada por la corrupción, perece un barrio chino a la mañana siguiente de la orgía, en la luz hiriente del invierno: helado, DESOLADO y fantasmal. (...) (y ahora viene la cita buenísima): "En ese proceso de asfixia (...) es imaginable al menos, una intervención de la templanza que, cortando de raíz el ansia alocada de sensaciones, ya no venga a moderar lo torcido, sino a protger y defender lo defendible. La "studiositas" quiere decir entonces que el hombre se opone con todas las fuerzas de su INSTINTO DE CONSERVACIÓN a la fatal tentación de dilapidarse; que cierra a cal y canto el santuario de su vida interior a las vanidades atosigantes (...) para volver a la ascética y conservar, o restaurar al menos, aquello que constituye la verdadera vida del hombre: percibir otra vez a Dios y a su creación. Si la templanza consigue esto, viene luego la segunda parte, que es edificar un nuevo yo y un nuevo mundo, a la luz de esas otras dos verdades que se han recuperado" (Las Virtudes Fundamentales, p. 292)

Me tengo que ir, pero me gustaría conocer tus comentario... y ver si me las publicas (jajaja). TQM... MM