domingo, noviembre 26

Tengo que...

No me gusta quejarme, pero ante las injusticias sociales es una irresponsabilidad quedarse callado y sobre todo un lujo que no debemos darnos. Lujo que de paso, no necesitamos. En este sentido, corríjome… necesito reclamar lo que es justo, que no es lo mismo que decir ¡necesito quejarme!

No se ustedes, pero yo estoy harta de que el sistema educativo consista en una interminable elaboración de trabajos, ensayos, investigaciones, lea aquí, cómase este cuento allá, vaya a Internet, haga, busqué y si de verdad es de los que se preocupan por aprender más allá de lo que –pobremente- se ofrece, acostúmbrese a enfermarse, a no dormir, a estudiar por sí solo, a decir que tiene un profesor en el aula, como para no faltar el respeto y decir otra cosa.

Por supuesto, no es una generalidad, pero es lo que ocurre en un 90% de los casos (así lo estimo). Las universidades, los colegios y escuelas, las instituciones técnicas, públicas y privadas, hoy en día no son más que empresas, industrias de títulos. Las horas de clase son como por cumplir un horario, el trabajo del profesor se reduce y el del alumno se triplifica. ¡Qué chevere!. Y si vamos a la raíz de esto, van bien, porque eso es lo que hoy se quiere, un título, una certificación y una apariencia que permita decir con cierto grado de legalidad “soy un profesional”.

Los profesores del colegio, por lo general se convierten en unas máquinas de decir “haga” y no enseñan, ni siquiera a hacer… Luego llega la persona a la universidad o institución técnica, y sucede que no saben hacer nada, cuando mucho han adquirido destrezas para investigar, analizar y otras cuestiones como puntualidad, responsabilidad, etc.

El profesor universitario se queja de que los alumnos no saben escribir, leer, analizar… y estos por lo regular no tienen la culpa. Entonces, “el profe” ve que la gente no está lista para lo que se supone debe afrontar en el estudio de una carrera profesional y, en vez de fajarse en ayudar a que esto mejore y tratar de reparar el daño causado, o llenar el vacío que se ha dejado, muchas veces se conforma con seguir los mismos métodos mediocres. No me importa si suena fuerte.

Estamos mal acostumbrados a que nos digan las cosas con flores y dulces notas musicales. La gente ya no tiene carácter y no soporta que le hablen con el mismo. Existe un punto en el cual los respetos humanos tienen que mandarse al carrizo: cuando está en juego algo cuyo valor trasciende el querer subjetivo y egoísta que frecuentemente conduce nuestras acciones. Esto no quiere decir se deba hacer uso de un lenguaje ofensivo todo el tiempo. Además, una cosa es la ofensiva y otra la contundencia. Hay que saber jugar con la transigencia y la intransigencia para así dejar y no dejar justamente.

Podría callarme todas estas cosas porque alguien vendría a decir que soy una exagerada (como ya ha pasado), pero el daño se haría si me guardara para mí esto que digo. Volviendo a los profesores… Muchas veces prefieren esconderse bajo el disfraz de “facilitadores”, porque sí, ciertamente no tienen un título de educadores, pero aún así se supone que deben asumir de la manera más coherente y responsable la actividad de educar. ¿O es que acaso son sólo adiestradores? Existe una gran diferencia entre educar, enseñar y adiestrar.

Particularmente, pienso que las universidades deben tomarse con mayor seriedad la educación y el servicio que prestan a la humanidad, porque decir a la “sociedad” es volver al mismo reduccionismo de responsabilidades que han impulsado reacciones como estas a lo largo de la historia, lamentablemente, no tan seguido en Venezuela. Me refiero a que el concepto de sociedad como grupo de personas que convienen lo que les parece, ha sido el perfecto sustituto del sentido humano de la vida social. Nos encanta todo light. (¿Me supe explicar?).

Con lo poco que se de ellos, me atrevo a decir: ¡cómo quisiera que Andrés Bello y Mariano Picon Salas vivieran en esta Venezuela del siglo XXI!. ¡Qué cosas dirían! - La educación en la Universidad se está apartando tanto de su esencia, que el sentido académico está casi perdido.

Es lamentable saber que hasta esta institución, patrimonio de la humanidad entera ha caído en las redes de la corrupción. Cada vez nos alejamos más de ese modelo que le da sentido a la vida universitaria. El constante estrés de hacer y hacer, sin saber qué hacemos, no deja espacio para la discusión en el aula guiada por los profesores -que por alguna razón han dejado de llamarse maestros (piense usted...)- y el florecimiento del espíritu crítico que los universitarios están llamados a desarrollar. Nos estamos empobreciendo, por eso es que callar esta verdad es un lujo que –para ir contracorriente- no podemos darnos.

Me cuesta aceptar que a casi nadie le molesta que no nos están enseñado a pensar. Nos estamos convirtiendo en unos títeres manejados por quienes menos conocen esta práctica. Y para terminar de ser políticamente incorrectos, vamos a entender de una vez por todas que la peor enfermedad de estos tiempos es el "autismo social" (Alejandro Llano) en el que vive o mejor dicho muere nuestra sociedad. Y no olvidemos el par de cerezas que adornan la torta: globalización y sociedad de la información.

10 comentarios:

Fernando dijo...

Sera por eso que dicen que el 70% u 80% de lo que se aprende en las universidades no sireve de nada a la hora de enfrentarnos a la calle??

saludos

Alivio publico dijo...

Me enferme de apatia hace años, y no encuetro la cura en otro sitio que no sea en la soberbia

Anónimo dijo...

Hace poco me sumergí un poco en las teorías pedagógicas de Jesús Rosas Marcano.
Hay allí algunas propuestas que deberías ver en cuanto a formación. Ciertamente, la escuelita de pollitos atendiendo un pizarrón debe transformarse en otra cosa. Pero en caliente, estas generaciones de hoy, necesitan un refuerzo que estimule el aprendizaje desde los medios de comunicación. No hay otra instancia de consumo simbólico más inmediata y omnímoda que esa.
Qué se le hace.

Eres comunicadora. ¿Te atreverías a producir programas educativos como los planteas?

alairelibrevzla@gmail.com dijo...

Me gustaría y de atreverme claro que sí, sólo que tendría que prepararme. No porque pueda hacer una crítica estoy lista para este tipo de cosas que, como resalte en el post, son delicadas. Pero sí, y de hacerlo me gustaría que tú también te animaras...

alairelibrevzla@gmail.com dijo...

EVT es VERIKAT

alairelibrevzla@gmail.com dijo...

Alivio Público: si me permites... dejame decirte que ese remedio es peor que la enfermedad

Ángel Pereira dijo...

Ohhh excelente. Sabes que he hablado eso con varios panas porque estamos en el sistema educativo del caletre, así que lo que importa es aprender las bromas de memoria cuestiones que no nos interesan. Por ejemplo hay Universidades en Japón donde el estudiante es el que decide lo que va a ver en el semestre desarrollando proyectos de investigación de lo que mejor le plazca. Ni hablar en la Universidades Privadas que la voz del estudiante es limitada. Me imagino que todo cae en nosotros que somos los que le damos vida a nuestra casa de estudio. Tenemos que hacer algo Verikat, será repartir el Atalaya a nuestros hermanos y ver como se abrazan los chamitos con los leones.

alairelibrevzla@gmail.com dijo...

jajaja, yo creo que hay que empezar por incitivar a la gente a pensar. Así na más. Y ya con eso hay mucho que hacer. Por ejemplo, en la universidad donde estoy estudiando, empezamos hace unas semanas un grupo de personas *reducido*, pero que quiere llegar a lo mayor cantidad posible de personas, siempre y cuando no se pierda la esencia que es: pensar, pernsar, ser críticos ante ideas, lecturas y generar, desde la propia experiencia cognoscitiva material intelectual que será parte de un banco de información propio de la institución. Por cierto, estás invitado, son los viernes a las 10am, en el uala 47, UFT Ujano. Nos dedicamos a leer, analizar, generar críticas e ideas evaluando la realidad que vivimos. Por ejemplo, este mes (porque decidimos que mensualmente se tocará un tema) estudiamos la Universidad. Ya terminamos, leímos textos de filosofos, textos de rectores universitarios como Pérez Olivares y evaluamos lo que era el sistema universitario en la Paideia tomista. En fin... el mes que viene, quedará corto así que lo uniremos con enero, porque el tema será "la verdad"...

Ángel Pereira dijo...

Hey Verikat gracias por la invitación, me gustaría que me echaras bien el cuento y preguntarte unas cosas... este es mi msn angelp186@hotmail.com, ya va, pero no se lo vayas a dar a nadie! =p

Anónimo dijo...

Una vez lei por ahi, a proposito de todo el peo que conllevan las epocas luego de la revolucion industrial, que actualmente a los "alumnos" se les educa no para que piensen sino para que sean una fuerza de trabajo.

Es decir, la idea es que te preparen para que salgas de tu universidad, te montes tus pasantias y luego vayas directico a realizar trabajos mecanizados, y si hay algo raro el procedimiento es sencillo: Preguntale a tu supervisor. Si tu supervisor no puede darte respuesta, el le pregunta a su superior, y asi poco a poco hasta que llega al responsable de dar respuestas a tus problemas, aunque eso no siempre ocurre de tal forma.

Las universidades son una real MIERDA y mucho mas aqui en Venezuela donde la posibilidad de llevar a cabo trabajos de investigacion (I&D) es escasa o nula. Sobre todo porque esa clase de actividades necesita de un financiamiento directo, cosa que en este pais parece no importar.

Somos la mejor MANO DE OBRA TECNICA de latinoamerica. Deberiamos sentirnos orgullosisimos.

Saluts.