La gran sorpresa

Cuando parece que tu vida está en un buen momento, incluso atravesando situaciones aparentemente "pésimas", las cosas no se pueden poner mejor. Esa persona que tanto esperaste, esa persona que tanto soñaste, finalmente llega.
Creo firmemente que el confirmismo y la costumbre son primos, o que no valoramos bien o lo suficientemente bien aquellas cosas que siempre hemos tenido, y que por tanto, nunca hemos estado plenemente concientes de su ausencia absoluta. Un ser querido o algo material, todo cabe dentro de este tema.
Cuando se trata de una persona es un poco más complejo. Al fin y al cabo es otro tú, es otro yo, no es un aparato o un producto generador de bienestar, no... Es un ser humano, otro mundo aparte al tuyo, pero... ¿qué tan aparte?. En el fondo todos estamos bastante relacionados, incluso a pesar de la distancia, a pesar del desconocimiento mutuo: somos parte de una misma raza, somos realmente, muy parecidos, cambia la forma más no el fondo.
El hecho es que dos vidas pueden estar más ligadas la una a la otra de lo que parece, y aunque suene descabellado, esas dos vidas pueden haberse propuesto de alguna u otra forma, sin casi darse cuenta de lo que hacían: encontrarse.
La oración es el arma más poderosa que tiene el hombre. La inamanencia, en todo caso, sería la gasolina o el ámbito (no visible) que guarda ese arma. Nuestra vida interior, incluso por poco pudorosos que seamos, es algo que nadie, absolutamente nadie puede alcanzar. Sólo Él, Dios. Y cada vez que pensamos algo Él lo sabe y si eso es un deseo, aún cuando no se lo pidas directamente, si es para tu bien, lo obtendrás... Le gusta consentirnos.
Entonces, alguna vez, o muchas veces pensaste en esa persona, sin atribuirle características físicas, sólo la pensaste. Deseaste estar con ella, tenerla cerca, conversar, despejar dudas, explicarte muchas cosas de tu vida, quizá hasta pensaste conseguir con ella la verdadera razón de tu existencia. Y esa persona también lo hizo o tal vez lo hace, porque ahora te busca. Y yo, con gran admiración reconozco que es mucho más valiente que yo, esquivó el miedo )(si es que lo tiene), no le importaron las barreras. Buscó la aventura.
Tranquila, tú supiste buscarme y gracias a eso ya sé cómo encontarte. Tú supiste buscarme y yo supe cómo desear que eso pasara. Tú no sabes de mí y yo no sé de tí, sólo sabemos que somos hermanas. Life can't get any better...